19/07/2022
Los mejores consejos para visitar la isla de Tabarca
Alicante cuenta con un sinfín de calas y playas de postal en las que disfrutar de las aguas cristalinas del Mediterráneo en cualquier momento del año. Para los alicantinos, es difícil escoger un rincón favorito entre los innumerables paisajes que componen la famosa Costa Blanca, pero es cierto que, si hay un lugar especial y paradisiaco que difícilmente encuentra comparación, ese es la isla de Tabarca.
Con la llegada del verano, este archipiélago eclosiona tras largos meses de paz en los que sus apenas 50 habitantes viven en plena conexión con la naturaleza para convertirse en anfitriones de centenares de viajeros que llegan a la isla buscando la versión más auténtica del Mediterráneo. Tabarca es luz, mar, tradición y el mejor Caldero de toda la provincia de Alicante.

¿Qué hacer y ver en la isla de Tabarca?
Tabarca también es naturaleza y cultura a raudales. La isla es pintoresca hasta decir basta gracias a sus casitas blancas y a sus numerosas edificaciones singulares como las murallas con sus monumentales portadas, la iglesia o el faro. Pero su verdadero tesoro no luce a simple vista. Y es que los fondos marinos que rodean la isla hicieron que fuese designada en el año 1986 como la primera Reserva Marina de toda España.
Por eso, además de rodear la isla en tabla de paddle surf o pasear por sus callejuelas para conocer sus paisajes, su historia y sus costumbres, no puedes perderte la excepcional experiencia que supone sumergirse y disfrutar de las típicas praderas de posidonia pobladas de colosales bancos de peces. Todo ello sin menospreciar la presencia puntual de delfines y tortugas marinas. ¡Un paraíso para el buceo!

Descubre las preciosas playas de Tabarca
Tabarca es en realidad un pequeño archipiélago formado por los pequeños islotes de La Canea, La Galera y La Nao que rodean una gran isla principal conocida como Nueva Tabarca o Isla Plana, que a su vez está dividida en dos partes unidas una gran playa principal de arena blanca, galardonada con la prestigiosa Bandera Azul y equipada con tumbonas, sombrillas y todo tipo de servicios.
Pero el verdadero encanto de Tabarca está en sus pequeñas playitas y calas rodeadas de acantilados que salpican los más de 5 kilómetros del perímetro de la isla. Lugares en los que bañarse casi en soledad y disfrutar del agua clara y en calma tan característica de Alicante.

Una isla con mucha historia
¡Tabarca no siempre fue alicantina! Desde el siglo XVI, la isla sirvió como refugio para los salvajes piratas berberiscos que amenazaban los puertos de la península desde el norte de África. Su estratégica situación a pocos kilómetros de la costa convirtió la isla en un lugar ideal para reponer fuerzas mientras esperaban al anochecer para asaltar las villas marineras cristianas.
El rey Carlos III decidió poner fin a esta situación y mandó fortificar la isla en el siglo XVIII construyendo las murallas que todavía se conservan. Pero eso no fue todo, también ordenó levantar todo un pueblo marinero para que se instalasen 296 pescadores venidos desde una ciudad tunecina llamada Tabarka, donde habían sido apresados como esclavos, dándoles así un nuevo futuro. ¡De ahí el nombre de la isla!

¿Cómo llegar a Tabarca?
¡En barco! No hay duda, al no ser que seas un deportista de élite y decidas nadar o remar para recorrer los 4,5 kilómetros que separan Tabarca del Cabo de Santa Pola.
Navegar hasta la isla es en sí un plan ideal para comenzar a disfrutar del día. Desde el Hotel Montíboli, tendrás que acudir al puerto de Benidorm, Alicante o Santa Pola para embarcar con destino a Tabarca. Siempre podrás optar por alquilar un barco privado, pero lo más sencillo será escoger cualquiera de las líneas regulares que te llevan a Tabarca casi a diario.

Desde Benidorm, en temporada alta, los barcos con destino a Tabarca suelen salir entre 4 y 5 días por semana (según demanda): lunes, martes, jueves, viernes y sábados. Se trata de un horario que se reduce a dos días en octubre y, a partir de noviembre y hasta la primavera, no se ofrece este servicio. Los barcos zarpan desde las 10.30 h., pero los horarios son variados en función de los días. El trayecto dura aproximadamente una hora y cuarto, y existe la posibilidad de disfrutar de un día combinado con estancia en Alicante y Tabarca.
Desde Alicante salen diariamente distintos barcos cada 45 minutos y el trayecto dura entre 45 minutos y 1 hora.
La última opción es conducir hasta Santa Pola y tomar allí un barco taxi. El trayecto es muy económico, pues apenas dura unos 10 o 15 minutos. ¡Tú eliges!

¿Dónde comer en Tabarca?
Para conocer toda la esencia de un lugar es imprescindible probar su sabor. Y ese sabor tiene al mar como protagonista. No podía ser de otro modo.
En Tabarca no hay lugar para la sofisticación. Este es un lugar para disfrutar de la cocina de producto en la que las materias primas son el santo y seña de las cocinas. No puedes irte sin sentarte junto al mar y probar el famosísimo calamar de potera o los pescados del día, muchas veces desconocidos en la península.
Pero el rey de la gastronomía de Tabarca es el caldero. Sin duda, este el símbolo inconfundible de su gastronomía, pues no se cocina en ningún otro puerto. Para muchos alicantinos, merece la pena ir a pasar el día a Tabarca solo por saborear este plato sin pisar ni siquiera la playa. El guiso funde el sabor intenso del pescado fresco con un toque sorprendente y sutil de alioli acompañado de patata y arroz. Es único. Si te preguntas dónde comer o qué restaurante escoger de entre los que se encuentran junto al puerto y el pueblo, no pienses demasiado, en todos se come como en la casa de un pescador. No te equivocarás, ¡pero reserva por adelantado!

Así que ya lo sabes. Aprovecha la oportunidad que te ofrecerá tu escapada en el Hotel Montíboli para disfrutar de una excursión a un lugar tan único como es la isla de Tabarca. ¡Todo un clásico del verano alicantino!